El aceite de oliva se considera como una de las grasas más saludables para nuestro organismo, ha demostrado ser efectivo en la reducción del colesterol, la presión arterial y otros trastornos cardiovasculares.

Sin embargo, a pesar que su uso está cada vez más extendido en todo el mundo, aún nos cuesta distinguir entre sus variedades y calidad. Esto ha provocado que estemos cometiendo una serie de errores que disminuyen sus cualidades nutricionales y los beneficios que le aporta a nuestro organismo.

Por esta razón, hoy queremos comentar  algunos de esos errores:

Comprar  aceite de oliva “suave” pensando que tiene menos calorías

Algunas de las palabras que utilizan en las etiquetas pueden dar a entender que un producto es mejor que otro sin que en realidad lo sea. En el caso del aceite de oliva nos encontramos con la etiqueta “suave” que suelen hacer pensar que contienen menos calorías que los demás. Lo cierto es que esta variedad no es 100% virgen y es el resultado de una mezcla entre los aceites de oliva refinados y los restos de extra virgen. La suavidad solo se refiere al grado de acidez, que es menor que la de otros aceites de sabor más “intenso”.

Comprar variedades concretas para usos inadecuados:

Tal y como ocurre con el vino, las propiedades y los usos del aceite de oliva varían en función del tipo de aceituna que se haya empleado para su fabricación. Las cuatro variedades más usadas son: hojiblanca, picual, arbequina y cornicabra. Cada una tiene sus propias características y es algo que se debe ser tenido en cuenta en el momento de adquirirlo. Por ejemplo, el aceite hojiblanca es más fuerte e intenso, por lo que se recomienda para preparaciones crudas. En cambio, el aceite picual es el mejor para freír o preparar guisos.

No utilizarlo para cocinar:

La mejor calidad de aceite de oliva es la conocida como “virgen extra”. Esta se elabora solo con el zumo de aceitunas de calidad superior, y cuenta con menos de un grado de acidez.

Al ser más caro que otros aceites, muchos lo reservan para aliñar ensaladas o preparar remedios naturales, pero sus características lo hacen perfecto para cocinar aportando un sabor inconfundible a los platos.

Comprar más aceite del que solemos consumir:

Muchos prefieren comprar garrafas de cinco o más litros de aceite, porque suele ser más económico. Pero antes de tomar esta decisión debemos pensar en qué tiempo vamos a consumirlo. Es cierto que el aceite de oliva se puede conservar  bien durante mucho tiempo, aunque  los expertos recomiendan consumirlo en un periodo aproximado de 6 semanas para que no se pierdan algunas de sus cualidades.

Colocar el  aceite cerca de una fuente de calor:

Este es uno de los errores más comunes, como se trata de un producto que se utiliza para la cocción de alimentos, resulta cómodo ponerlo cerca de una fuente de calor, y esto puede alterar sus propiedades. Es aconsejable mantenerlo en un lugar fresco y seco, alejado de la luz solar y preferiblemente en un recipiente oscuro.

Ahora que ya conoces los errores más comunes que cometemos con el aceite de oliva trata de corregirlos para no perderte de sus maravillosas propiedades.