Botánica del olivo parte I

El olivo (OLEA EUROPAES L.) pertenece a la familia botánica de las oleáceas. Muchas de estas especies contienen aceite en sus frutos y flores, y normalmente son arbustos árboles. Es una planta dicotiledónea y con diversidad de formas. Dentro del género OLEA EUROPAEA se incluyen tantos los olivos de cultivo como los silvestres; estos últimos pertenecen a la variedad SYLVESTRIS, mientras que los cultivados pertenecen a la variedad SATIVA. Más del 90% de las plantaciones de olivos se concentra en la cuenca mediterránea, pero su cultivo se ha extendido también por América, Asia y Australia. Aunque algunos autores ubican los orígenes remotos de su cultivo en Palestina, las pruebas físicas nos trasladan al norte de África. Precisamente allí se encontraron los restos fosilizados más antiguos e un olivo, pertenecieron al Paleolítico. Un olivo puede alcanzar en su etapa adulta de 4 a 8 m de altura; por tanto, es de talla mediana, aunque su tamaño depende de la variedad y del emplazamiento del cultivo. Suele tener un porte abierto, con una copa redondeada y densa. Habitualmente con la poda se intenta despejar la copa para que pueda pasar la luz adecuadamente. El tronco tiene por lo general bastante grosor y su corteza es de color gris o verde agrisado. La situación agronómica y ambiental, además de la tipología de poda que se aplique, tiene consecuencias en la forma que adopta el árbol. El olivo pasa en su desarrollo por dos etapas importantes: la juvenil y la adulta. La etapa juvenil se caracteriza por una mayor capacidad de enraizamiento y por sus hojas, que en esta fase tienen más grosor y son de menor tamaño, además de que sus ramas poseen entrenudos también pequeños. La etapa adulta se distingue, sin embargo, por su disposición reproductora. El árbol pasará así de la etapa juvenil a la adulta en cuestión de unos pocos años (de cinco a ocho en los ejemplares que han surgido de semillas). Las ramas se encuentran más cerca del suelo serán las más jóvenes. El desarrollo de las inflorescencias se produce en las axilas foliares de los nudos del crecimiento del año anterior a la floración. El olivo es un árbol perennifolio. Las hojas del olivo suelen permanecer en el árbol de dos a tres años, pero este periodo puede ser variable. Éstas son de composición elíptica o lanceolada y con bordes completos. El haz suele ser de color verde oscuro, con el envés cubierto por escamas blancas y una tonalidad entre blanca y plateada. El limbo presenta una longitud de 3 a 9 cm, mientras que su ancho oscila entre 1 y 1,8 cm. Tiene la nervadura del centro bastante marcada, pero los nervios secundarios son poco aparentes. En la segunda parte de la botánica del olivo hablaremos de la raíz, la flor y el fruto. También trataremos la polinización y fecundación.

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia de navegación, y ofrecer contenidos y publicidad de interés. Al continuar con la navegación entendemos que se acepta nuestra Política de cookies. Acepto

NEWSLETTER