El aceite de oliva, es un alimento muy nutritivo y saludable que podemos incluir que en la dieta de nuestro perro y también su uso externo, repercutiendo  en la calidad del pelo, de la piel e incluso puede ser útil para perros estreñidos.

La principal característica del aceite de oliva, es el alto índice de ácidos grasos monoinsaturados (ácido oleico), y antioxidantes capaz de nutrir a las células del cuerpo aportando, vitamina E, Omega 3 y grasas saludables. Su consumo moderado potencia el colesterol bueno en detrimento del colesterol malo, mejora y ayuda las articulaciones y músculos, siendo muy apropiado para el cuidado de perros ancianos que sufren enfermedades como la displasia de cadera, displasia de codo, artritis o artrosis.

Las dosis de aceite de oliva que debéis suministrar a tu perro irá en función de su tamaño y peso. Puedes guiarte con esta sencilla tabla de equivalencias:

• Perros pequeños (10 kg) > 1/2 cucharadita de aceite de oliva al día.
• Perros medianos (de 11 a 30 kg) > 1 cucharadita de aceite de oliva al día.
• Perros grandes (mayores de 30 kg) > 1 ½ cucharadita de aceite de oliva al día.

Puedes mezclar la dosis de aceite de oliva con el pienso, con las dietas caseras habituales o bien con alimento húmedo. También puedes aplicarlo en una tostada de harina de arroz, por ejemplo, o algún alimento que contenga alguno de los cereales buenos para perros. No olvides que debes ser restrictivo con las dosis recomendadas, ya que de excederlas es muy posible que tu perro sufra diarrea, en los primeros días observarás cómo mejora su tránsito intestinal.

Tras unas semanas de la ingesta de aceite de oliva en su dieta, apreciaras que el manto de tu perro gozará de mejor aspecto. Su pelo brillará más y tendrá una consistencia más elástica y sedosa al tacto.

El aceite de oliva es un excelente regenerador dérmico para las zonas de piel reseca de tu perro. Su efecto antioxidante nutre las células y vivifica su epidermis. Es perfecto para cuidar las almohadillas de tu perro si se encuentran agrietadas o  muy ásperas. Una buena opción para repararlas es extender con tus dedos un poco de aceite de oliva en la zona, una vez por día, durante aproximadamente una semana.

Si aplicamos aceite de oliva en las zonas afectadas por la sarna se debilitan los nidos de los ácaros que la producen. Pero además, hidratarás la piel que se reseca por la infección.

Eso sí, ten presente que si tienes pensado incorporar aceite de oliva en la dieta habitual de tu perro, debes consultar a un especialista en nutrición animal para que te indique la mejor forma de hacerlo.