Preparación

La delicia de membrillo rellena de manzana es típica de Estambul y se saborea por lo general después de un plato de pescado. Esta delicia es muy fácil de realizar, resalta el sabor del membrillo. Este fruto es originario del Cáucaso y de Irán y se reconoce por su forma redondeada y su color amarillo. Su carne dura y áspera, no comestible cruda, resulta muy dulce y a veces ligeramente acidulada una vez hervida. Para confeccionar este postre se aconseja poner en adobo durante seis horas el membrillo descorazonado con sus pepitas y azúcar. Esta operación sirve para colorear la carne del fruto. Si no tiene tiempo, puede utilizar colorante alimenticio. Este postre combina de maravilla el sabor del membrillo con la suavidad de la manzana, que tiene la ventaja de poderse encontrar en el mercado durante todo el año. Esta cálida especialidad, hoy en día popular en todo el país, es un postre original. Preparación: Con un cuchillo para carne, corte el membrillo en dos a lo ancho. Vacíe los membrillos delicadamente, con la ayuda de un cuchillo de carne, dentado. Despepítelos. Vuelva a poner las pepitas en el corazón y espolvoree por encima con 5 gr de azúcar. Déjelos fermentar 6 horas en la nevera. Con un pelapatatas, pele las manzanas. Despepítelas y rállelas. Extraiga las pepitas colocadas en el corazón de los membrillos con la manzana rallada. En una cazuela que pueda ir al horno, disponga los membrillos. Añada las pepitas reservadas, el clavo, los 150 gr de azúcar y el zumo del limón. Vierta 40 cl de agua. Hornéelo, a 190 grados, 45 min. Para la nata montada, bata en el robot de cocina la nata liquida junto con el azúcar glaseado. Sirva en los platos la delicia de membrillo. Decore con el jugo de la cocción. Presente la nata montada en una copa.