Hemos hablado mucho sobre los beneficios que produce el aceite de oliva virgen extra en nuestra dieta. Nos ayuda a reducir la incidencia de enfermedades cardiovasculares, fortalece el sistema inmunológico, previene el deterioro mental… Por eso, nada mejor que conocer los beneficios que aporta el  aceite de oliva virgen extra a las mujeres que están esperando un bebé.

Uno de los principales beneficios del aceite de oliva virgen extra en el embarazo es su alto contenido de ácido oleico que lo hace muy beneficioso para regular el colesterol malo, reduciendo el riesgo de padecer trombosis arterial y de infarto. Ayuda al aparato circulatorio previniendo la arterioesclerosis, mejora el funcionamiento del estómago y el páncreas, tiene un efecto protector y tónico sobre la piel, estimula el crecimiento y favorece la absorción del calcio y los minerales. Durante el embarazo el ácido oleico y  la quercitina ejercen un beneficio inmunoestimulante.

Además el Omega 3 ayuda a que el bebé  no tenga problemas de visión, no nazca prematuro, evita el autismo, el déficit de atención y la hiperactividad, si la embarazada tiene deficiencia de Omega 3  los sistemas nervioso e inmune del niño nunca madurarán completamente en los tres últimos meses de embarazo es cuando cobra más importancia ya que es cuando el sistema nervioso se desarrolla más rápido. Además el Omega 3 aumenta la inteligencia del niño, previene la diabetes más adelante y después del nacimiento ayuda a terminar el desarrollo de la retina y del cerebro.

El aceite de oliva virgen extra tiene también un alto contenido de vitamina E es un nutriente esencial con un potente efecto antioxidante, capaz de proteger a la grasa de la acción peligrosa de los radicales libres.

En la gestación, es una vitamina indispensable porque ayuda a reducir el riesgo de problemas en diferentes órganos de bebés prematuros, como por ejemplo los riñones o el hígado.

Aunque originalmente el aceite de oliva virgen extra sea un producto poco conocido en este sentido, contiene oleocantal, un compuesto con beneficios antiinflamatorios, ayudando a aliviar molestias y dolores en el embarazo.

Hay estudios que demuestran que los bebés nacidos de mujeres que consumieron aceite de oliva durante el curso de su embarazo tuvieron un mejor desarrollo post-natal que los de madres que no lo consumieron o lo hicieron en cantidades ínfimas. Estos datos se reflejan en el peso, el comportamiento, la adquisición de reflejos psicomotores y la talla de los bebés durante sus primeras etapas de crecimiento.

Importante: esta información no constituye un consejo médico. Ante cualquier consulta, consulte a su médico.