Historias del aceite de oliva

El aceite de oliva es el ingrediente estrella de la dieta mediterránea, en la que se utiliza para dar un toque especial a las comidas. Pero también se emplea como ungüento en la cosmética, en la medicina y en las ceremonias religiosas. Las doscientas referencias a este producto que hay en la Biblia y en el consejo de Mahoma a sus fieles de aplicarse aceite de oliva en el cuerpo muestra la importancia histórica del olivo y de su aceite, que es considerado el más antiguo para su uso alimenticio.

Símbolo de inmortalidad: en la costa mediterránea el olivo es símbolo de abundancia, paz, purificación, honor…La fortaleza de este arbusto ante las inclemencias del tiempo hizo creer a nuestros antepasados que consumir su aceite proveía de fuerza y juventud eternas. De ahí que todavía se use como unción en los bautizos cristianos, siguiendo la tradición ya establecida con los reyes griegos y judíos. En el Egipto de Tutankamon, el olivo y la inmortalidad estaban tan relacionados que en la tumba del faraón se hallaron restos de coronas hechas con sus ramas.

Origen incierto: no se sabe con exactitud en qué momento empezó a cultivarse el olivo. Hay quienes creen que su cultivo se remonta a 6000 antes de Cristo y que el aceite extraído de su fruto en un lugar a orillas del Mediterráneo, entre Siria, Líbano y Grecia, se usó inmediatamente en la cocina y con fines medicinales. Otros dan por sentado que el olivo procede de Persia. Los hay también que sitúan sus orígenes en el valle del Nilo o del Jordán.

El huerto de Getsemaní: en Jerusalén, donde según cuenta la tradición, estuvo el huerto de Getsemani (hoy huerto de los olivos), aún se pueden encontrar ocho olivos antiquísimos, que datan de hace unos 2000 años. Fue allí, según la biblia, donde Jesucristo rezó a Dios Padre. Esos árboles no se parecen a los olivos actuales, que han sido manipulados genéticamente. En cada continente el árbol adopta características y nombres distintos.

El aceite en la isla del laberinto: hay quienes creen que el cultivo del olivo y la producción de aceite se remonta al Paleolítico cretense, entre el año 5000 y 3500 a. C. Los primeros documentos escritos que se conservan sobre el aceite son de la corte del rey Minos y datan del año 2500 a. C. En ellos se recoge que la importación de aceite procedente de Creta es una de las decisiones más importantes que se tomaron en Egipto del año 2000 a.C., donde, mezclado con esencias, se usó mucho en la cosmética y en la elaboración de ungüentos, que se conservan en las macetas de estribo. Dichos ungüentos se utilizaron también en los procesos de momificación. Entre los años 980 y 715 a. C. se acostumbraba a incluir en las tumbas faraónicas coronas hechas con ramas de olivo.

Creta floreció entre el año 3000 y el 1450 a. C., y el cultivo del olivo se convirtió en la fuente de sus principales ingresos. Las ruinas de Cnosos revelan que contaban con prensas para la extracción del aceite. Además, se han encontrado grandes ánforas de cerámica y cinteras pavimentadas en las que se almacenaba el aceite

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