LOS SUPERALIMENTOS

Todos los alimentos contienen  valor nutricional, sin embargo, hay alimentos que son tan ricos en nutrientes (vitaminas, minerales, grasas saludables,  antioxidantes, ...), que su potencial nutritivo o valor nutricional los hace muy interesantes desde el punto de vista de la salud  y  por eso los llamamos superalimentos.

Pero más allá de propuestas exóticas, la clave en nuestra salud está en una dieta equilibrada y variada, en la que las verduras y las legumbres tengan una fuerte presencia, sin olvidar que  también es importante hacer ejercicio y descansar.

La mayoría de expertos consultados se decantan por consumir alimentos de proximidad, que han estado siempre en nuestra dieta como el aceite de oliva virgen extra, las legumbres, los cítricos, ... sin cerrar la puerta a otros alimentos que nos ayuden a ampliar nuestra cultura culinaria.

A  continuación detallamos una lista con algunos alimentos a tener en cuenta por sus propiedades:

  • Aceite de Oliva Virgen Extra: Nos ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la artritis, la inflamación o el envejecimiento de la piel. Tiene un gran poder antioxidante, contiene  nutrientes como la vitamina E, carotenos, y polifenoles. Se digiere fácilmente y es de rápida asimilación para el organismo.
  • Legumbres: Ricas en hierro y minerales como el calcio o el magnesio, son una  fuente de proteínas de valor biológico, aunque no tan elevado como el de la carne, pero, a diferencia de esta, aporta muy poca grasa y mucha fibra.
  • Quinoa: Es un pseudeceral más parecido a las legumbres, aporta proteínas de alto valor biológico y también es muy rica en fibra de fácil digestión. Proporciona hidratos de carbono complejos, no tiene gluten y es muy rica en aminoácidos.
  • Verduras de hojas verdes: Habría que consumirlas a diario, son altamente alcalinizantes y nos aportan mucha clorofila que nos ayuda a depurar el organismo. Además, son ricas en aminoácidos, que son los precursores de las proteínas, muy ricas en ácidos grasos omega y en fibra.
  • Los cítricos: Los cítricos contienen dos sustancias especiales: la hesperidina y las antocianinas, muy útiles como antiinflamatorios y para reforzar los capilares sanguíneos. La capa blanca y esponjosa que hay debajo de la piel no debería eliminarse por completo a la hora de comer una de las múltiples variedades de cítricos, porque contiene pectina, un tipo especial de fibra que tiene la propiedad de obstaculizar la absorción del colesterol y es rica en rutina (vitamina P), que permite al organismo la completa asimilación de la vitamina C.
  • Ajo: Mejora el colesterol y es un buen diurético, además tiene  propiedades antibacterianas que  ayudan  al sistema inmunitario.
  • Salmón salvaje: Tiene un alto contenido en DMAE, astaxantina, Omega 3 y ácidos grasos esenciales (que reducen el colesterol malo).
  • Sardinas: Proporcionan Omega3 que mejora la salud cardiovascular y reduce la inflamación en general,  comer la espina aporta mucho calcio,  además, es un pescado azul que al ser de tamaño pequeño no acumula materiales pesados.
  • Los frutos rojos: La fresa, los arándanos, frambuesas, grosellas y moras, contribuyen a combatir el envejecimiento físico y mental, además de abundante agua, contienen también vitaminas, oligoelementos y antioxidantes (principalmente bioflavonoides) entre otros nutrientes, que ayudan a prevenir y mejorar enfermedades como la hipertensión, problemas cardiovasculares e infecciones.
  • Chocolate negro: Se recomienda consumir en pequeñas cantidades y lo más puro posible, es un potente antioxidante que evita el ataque de los radicales libres y, gracias a su alto contenido en magnesio, regula los niveles de azúcar, ayuda a fijar el calcio, equilibra la flora intestinal, protege el sistema cardiovascular y  el sistema nervioso central.

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