Tempuras deliciosas soluciones

Las tempuras son algo tan sencillo como las humildes y deliciosas verduras de temporada, sumergidas en un rebozado sin huevo y fritas en aceite de oliva virgen extra, de modo que el exterior quede crujiente y el interior mantenga parte de su textura original. Se han puesto de moda en las gastronomías selectas, ya sea como un plato variado, en el que se eligen diversas verduras y el resultado es válido para un sólo comensal o para un pica-pica compartido, para tapas o como acompañamiento de carnes. La pasta del rebozado Es una pasta de harina, agua fría y sal en las proporciones necesarias para que, según la cantidad de verduras a mojar en ella, tengamos para mojar todas las verduras previstas. No se recomienda añadir levaduras ni espumantes como por ej. Bicarbonato porque así la verdura queda mejor sellada y no se empapa de aceite. La pasta ha de quedar con consistencia de papilla densa, de modo que la harina no suponga un mazacote de harina frita, y si está demasiado ligera, el aceite salpicará. Cuando no se tiene mucha práctica, una prueba sencilla para valorar la densidad de la pasta es coger unas gotas de la pasta con una cuchara seca y meter la cuchara en el aceite caliente.. Nos dará la pista de si precisa añadir agua o harina. Y no se bufará porque no lleva levaduras ni espumantes. Y otra regla de oro es que las verduras estén secas con un paño antes de mojarlas en el rebozado así evitamos peligros de salpicados, quemaduras...etc. Es un plato delicioso, barato, nutritivo y que admite presentaciones variables, pero sus mejores formas al cortar las verduras son las que tienden a ser alargadas y no muy gruesas. En el caso de las verduras de hoja, tipo acelgas, espinacas y semejantes, pueden hacerse la parte verde de la hoja cruda y cuidando su tamaño. Otras variantes a añadir de tempuras, es preparar la pasta con alguna vinagreta de frutas, plantas aromáticas, aceites aromáticos, frutos secos tipo almendras, piñones pipas, medio triturados, cebollita perejil, cilantro, ajitos picados finamente. Sésamo y semillas varias como tiene el pan. Aportarán creatividad, sabores y olores muy agradables, a prueba de inapetentes. Y por supuesto son más apetecibles y nutritivos. Y con estas pastas variables para mojar las tempuras, la creatividad es casi ilimitada. Podemos usarlas también para crear pequeños bocaditos de verduras variadas y picaditas a modo de buñuelos o de pequeñas tortillitas en las que podemos iniciar a los niños en sabores nuevos como pescado, espinacas, ingredientes de un cocido, verdura rayada con fideos de queso, trocitos de jamón o beicon picado, etc. ”encubiertos” bajo la capa del rebozado. Tenemos así un buen recurso para enfermos, personas inapetentes, niños, y para una fiesta en casa estas recetas nos salvan de apuros mantienen la economía de la casa. Y por último, siempre será un plato que crea huellas en nuestro recuerdo… y quién sabe si algún día estos platos son estrellitas de recuerdos cuando se haga vieja nuestra memoria.

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