En la cocina hay innumerables trucos para mejorar y facilitar nuestros platos, en esta primera parte os enumeramos trucos de cocina con aceite de oliva que ampliaremos en un próximo artículo.
Frituras perfectas: el aceite de oliva es perfecto para frituras, ya que es el que mejor resiste las altas temperaturas sin quemarse y, además, penetra menos en los alimentos.
Aceitunas negras más sabrosas: para conservar mejor las aceitunas negras, guardar en un bote de cristal junto con dos dientes de ajo, una ramita de tomillo y aceite de oliva. Reforzará el sabor propio de este fruto.
Aprovechar los tallos de las acelgas: para aprovechar los tallos de las acelgas, rebozarlos y freírlos después con un poco de aceite de oliva. Son exquisitos para acompañar las carnes.
Mejorar la mayonesa: Si se quiere mejorar y realzar el sabor de la mayonesa comprada en supermercado, añadir un chorrito de aceite de oliva virgen extra Betis y remover.
Arroz frito: para evitar que el arroz se pegue al freírlo, calentar muy bien el aceite de oliva en la sartén antes de añadirlo.
Ablandar carnes duras: mezclar vinagre y aceite de oliva en partes iguales y dejar la carne en adobo durante 1 hora.
Guisos más sabrosos: preparar un adobo de aceite de oliva, un poco de tomillo, 1 hoja de laurel, perejil picado, pimienta blanca y sal. Dejar macerar antes de cocinar durante 2 horas. La carne resultará mucho más sabrosa.
Empanadillas ligeras: para cocinar empanadillas con menos grasas y menos calorías, en lugar de freírlas, cocinarlas en el horno, añadiendo una gota de aceite de oliva sobre cada una.
Evitar que la mantequilla se queme: para evitar que la mantequilla se queme o que se oscurezca cuando se deshace calentándola en el fuego, agregar 1 cucharada de aceite mientras se derrite. Así conservará todo su sabor y color.
Filetes más ligeros: freír los filetes en la sartén uno por uno con el aceite muy caliente. Así la carne absorberá menos aceite y resultará más liguera y digestiva. Conviene salar la carne al final de la cocción o inmediatamente después de retirarlos del fuego para que no pierdan el jugo.
Picante más ligero: para que un guiso picante quede más ligero, freír la guindilla en el aceite de oliva que se vaya a utilizar para cocinar y luego retirarla.
Frutos secos sabrosos: para potenciar el sabor de los frutos secos, tostar en el horno o bien en una sartén con un chorrito de aceite de oliva.
Pan casero más crujiente: Si se desea que la corteza del pan elaborado en casa quede más crujiente, pintar la masa con un pincel empapado con aceite entes de introducir en el horno.