La cosmética es la técnica mediante la cual se embellece y cuida el cuerpo. El aceite de oliva posee una importante función en la cosmética actual, pues es muy utilizado para elaborar productos como cremas exfoliantes, jabones, champús, etc. Las propiedades cosméticas del aceite de oliva también se pueden disfrutar mediante el consumo de éste crudo, como en aderezo de ensaladas, por ejemplo. Tras ingerirlo, nuestra piel reacciona mostrando un brillo y una suavidad naturales. El aceite de oliva es un elemento fundamental de la cosmética gracias a sus excelentes propiedades antioxidantes, además de la hidratación que su alto contenido en ácidos grasos proporciona. La inclusión del aceite de oliva en el campo de la belleza no se ha producido recientemente, sino que hay que remontarse al menos al siglo II d. C., cuando el médico Claudio Galeno halló la manera de mezclar el aceite de oliva con cera vegetal y agua, obteniendo así una crema con propiedades hidratantes que mejoraban la elasticidad de la piel. Aunque fue Galeno quien procedió a la aplicación d la primera crema hidratante, ya se puede hablar de la utilización del aceite de oliva en los cuidados de la piel y el cabello en la antigua civilización egipcia: lo empleaban en los baños; en los perfumes, para incrementar el brillo del pelo; y en los ungüentos que elaboraban para tratar la piel. Asimismo, en la Grecia y la Roma clásicas utilizaban para masajear a los atletas antes de una competición y relajar sus músculos. Los beneficios del aceite de oliva podemos apreciarlos también en las terapias utilizadas en los spas o balnearios actuales como tratamiento anticelulítico, y que consisten en aplicar aceites, mediante masajes especiales, en las zonas en la que existía celulitis. Se utiliza, además en la llamada “envoltura corporal” con efecto hidratante. Las manos tienen en el aceite de oliva un gran aliado. Con una pasta formada por vaselina, aceite y mentol, se pueden alcanzar magníficos resultados consiguiendo la hidratación que las manos tanto necesitan. Las uñas también se pueden hidratar mojándolas en aceite de oliva mezclando con zumo de limón. Asimismo, esta mezcla puede ser aplicada al cutis: con ayuda de un suave masaje se retarda la temida aparición de las arrugas. Otra de las utilidades del aceite de oliva en la cosmética, ya conocida en tiempos remotos, es como abrillantador del cabello. Una receta clásica: lavarlo, antes de aplicar champú habitual, con una pasta compuesta por aceite de oliva y huevos. Con la mezcla obtenida se frita el cabello después se enjuaga y se aclara bien. Además de proporcionar brillo al cabello, también es útil dotarlo de fuerza y vigor; para ello se aplica una cantidad considerable de aceite de oliva en el cuero cabelludo, realizando masajes. Después de lavarse el pelo, también se puede aplicar cerveza.