Para empezar, la cocina es algo mucho más importante que el taller de un artesano y el de un artista. Es un taller cotidiano de economía. Y es el mejor laboratorio de inventos humildes y formidables , tales como el gazpacho, la tortilla de patatas, el socorrido huevo a las mil maneras, los arroces con cualquier cosa.. las patatas fritas con algo, las ensaladas de lo que haya, la vinagreta, la mayonesa, sofritos diversos como andamiaje y cimiento de los mejores guisos y sopas, bombones y repostería con rancia estirpe en toda nuestra geografía. ¡Cuánto arte, cuanta ciencia, cuanta paciencia, sabiduría y cariño se mueve cada día en nuestras cocinas sin pago ni reconocimiento.! Pues el buen aceite de oliva es para todas estas madres su mejor aliado y a veces el aceite son las medallas que nadie les da. Quiero proponer aquí un brindis eterno por todas esas irrepetibles madres, que llenan de olores y sabores las casas y la memoria de sus familiares. Se trata de homenajear a millones de artistas anónimas que a lo largo de la historia siguen y seguirán inventando y creando con aceite de oliva obras de arte sorprendentes. Y con ellos mostrar su amor con hechos y con arte. ¡VA POR TODAS Y PARA TODOS!