Pon una sartén al fuego y echa medio vaso de aceite; cuando esté caliente agrega la corteza de limón y deja que se fría ligeramente, retira la sartén del fuego y echa la matalahúva y el sésamo, deja que se enfríe el aceite, pásalo por un colador chino y reserva. En un bol pon la harina en forma de volcán, échale un poco de sal y añade el jerez y el aceite colado. Amasa todo bien hasta conseguir una buena masa y déjala reposar durante una hora. Aparte, prepara el jarabe en un cazo con la miel y 5 cucharadas de agua. Ponlo al fuego y cuando empiece a hervir baja el fuego y déjalo cocer a fuego lento durante unos 10 minutos. Cuando la masa haya reposado ponla sobre la mesa o encimera de la cocina, en la que habrás echado un poco de harina, y con el rodillo, previamente embadurnado en aceite, estira bien la masa de forma que quede una lámina de unos 3 milímetros. Corta la masa en cuadrados de 10 centímetros de lado y enróllalos uniendo las puntas contrarias, como si fuera un sobre. Pon una sartén al fuego con abundante aceite y cuando esté bien caliente fríe los pestiños. Una vez fritos los pestiños, sumérgelos en la miel y déjalos escurrir en un escurridor. Cuando estén bien escurridos espolvoréalos con azúcar glas, colócalos en una fuente y sirve.