Jabón artesanal: Jabón de miel, canela y almendra

Es un jabón muy aromático, suave y de color tostado, con pequeñas burbujas. La miel es un buen emoliente y las almendras ayudan a abrir los poros y exfoliar la piel.

Elaboración:

Engrasar un molde de grandes dimensiones, de forma cuadrada o rectangular, y poco profundo, como por ejemplo una tartera.

Incorporar la grasa, el aceite de oliva, el aceite de coco y la cera de abejas a un recipiente de esmalte o de acero inoxidable y calentar a fuego lento. Cuando se derrita la grasa, retirar del fuego.

Verter el agua en un cuenco o una jarra de vidrio. Con guantes de goma y gafas protectoras, agregar el hidróxido de sodio y remover hasta que se disuelva.

Con un termómetro para líquidos, medir la temperatura tanto de la mezcla de aceites como de la solución cáustica. Cuando alcancen una temperatura semejante, entre los 49ºC y los 60ºC, verter la primera en la segunda.

Dejar reposar unos 20 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que la mezcla cuaje.

Espolvorear las almendras molidas y la canela por encima y remover de nuevo. Añadir, sin parar de remover, el aceite de almendras, la miel, los aceites de esencias y la benzoína. Rellenar con la mezcla el molde previamente engrasado y cubrirlo con una toalla. Dejar reposar durante 24 horas o hasta que solidifique.

Con unos guantes de goma, decorar la superficie del jabón incrustando unas láminas finas de almendras.

Desmoldar y cortar el jabón en trozos pequeños. Se puede cortar con forma hexagonal, imitando el panal de las abejas. Cubrir el jabón y dejarlo secar durante 4 semanas para que se endurezca.

Ingredientes: