Desde Junio a julio y sobre todo a finales de verano, durante los últimos días hermosos de otoño, numerosos buscadores invaden los bosques en busca de su seta favorita, el boleto comestible. Lo preparan poco después en forma de ensalada, asados, guisados, en tortilla, en sopa, y confeccionan una deliciosa salsa para las pastas.

Al ser setas difíciles  de encontrar fuera de temporada, siempre se pueden usar secas. Tengan la precaución de lavarlas en agua corriente antes de usarlas. A continuación hay que rehidratarlas para sazonar el plato.

Una ensalada toscana, por sencilla que fuera, no podría pasar sin un aceite de oliva de calidad, que destacará todos los sabores.

Los piñones aportan a la ensalada su frescor crujiente y su perfume ligeramente resinoso. Compruebe siempre su frescor ante de utilizarlos: ricos en materias grasas, se ponen rancios muy aprisa. Áselos a la parrilla y luego espárzalos sobre la ensalada, que decorará con albahaca.

Preparación:

Ponga en remojo los boletos en agua tibia para rehidratarlos, luego escúrralos. Pele y pique la cebolla. Raspe la zanahoria y córtela en rodajas. Luego deshoje el apio y corte el tallo en láminas.

Haga hervir una cacerola llena de agua. Vierta las hortalizas en el agua hirviendo y déjelo hervir 10 minutos.

Pasado este tiempo sumerja las pechugas de pollo en medio de las hortalizas. Déjelo hervir a borbotones 15 minutos más.

Hierva también los boletos 3 min en agua salada a la que ha añadido 2 gotas de vinagre balsámico.

Escurra las pechugas de pollo y píquelas luego, así como los sombreretes de los boletos.

Dore los piñones en una sartén calentada en seco. Alterne en los platos las láminas de pollo y las de boleto. Rocíelo con aceite de oliva Betis y unas gotas de vinagre balsámico Betis. Salpimiente y decore con piñones y albahaca.